RECETAS DE TERNURA
Me he decidido a incluir estas recetas para que si falta ternura, no sea por falta de ideas o de información. Es importante practicarlas con alguien con quien tengáis confianza y que las llevéis a cabo con sentimiento sincero. La presencia de estas muestras de cariño, o de otras de vuestra cosecha, es lo que hace la diferencia entre echar un polvo y hacer el amor.
Manos rellenas de besos
Necesitaréis: 3 manos (dos propias y una ajena) y una boca (propia).
Elaboración: se toma la mano de la otra persona con la palma hacia arriba y se besa suavemente el centro de la palma. De uno en uno vais cerrando los dedos de la otra persona, si queréis podéis besar cada dedo que vayáis cerrando. Una vez que el puño está cerrado envolved la mano con las dos vuestras y apoyadlas en vuestro pecho si la circunstancia lo pertmite. Permaneced así el tiempo que consideréis necesario.
Ósculos oculares
Necesitaréis: 1 ó 2 ojos propios y un cuerpo ajeno.
Elaboración: cerrad los ojos y presionadlos sobre la parte del cuerpo que deseéis besar (mejillas, brazos, boca, muslos...) Es especialmente exquisito el beso que se da con un ojo a otro ojo. Es importante hacerlo con sentimiento, de lo contrario es una tontería, que también puede ser tierna, es cierto.
Cucharillas de miel
Necesitaréis: 2 cuerpos (o más), uno propio(por lo menos) y uno(s) ajeno(s).
Elaboración: consiste en abrazar a la otra persona desde atrás encajando como cucharillas si estáis tumbados. El lugar ideal para el brazo que ha quedado en el lado en que nos apoyemos es el hueco del cuello de la otra persona. Entrecruzad los brazos sobre el pecho de la otra persona y condimentad con besos de boca u ojos sobre el cuello, hombros, espalda y cabeza. Hornear bajo las sábanas todo el tiempo posible.
Truco culinario: uno de los desafíos a que nos encontramos al abrazarnos en posición horizontal es esa sensación de que nos sobra un brazo. Asimismo los brazos dormidos propios o ajenos nos dictarán el momento exacto de voltear para que horneemos por el otro lado, o dejar el abrazo para mejor ocasión dejándonos mecer por Morfeo a modo de trío.
Truco culinario: uno de los desafíos a que nos encontramos al abrazarnos en posición horizontal es esa sensación de que nos sobra un brazo. Asimismo los brazos dormidos propios o ajenos nos dictarán el momento exacto de voltear para que horneemos por el otro lado, o dejar el abrazo para mejor ocasión dejándonos mecer por Morfeo a modo de trío.
Caricia de mejilla
Necesitaréis: 2 mejillas propias y un cuerpo ajeno, preferentemente las mejillas.
Elaboración: se trata de rozar suavemente nuestra mejilla sobre la parte del cuerpo del otro que deseemos acariciar. No es conveniente rozar siempre la misma mejilla, girad la cabeza y aprovechando el movimiento podéis besar muy suave y fugazmente con los labios antes de acariciar con la otra mejilla.
Cabeza sobre el vientre
Necesitaréis: 1 vientre, 1 cabeza, 2 manos (de la misma persona que sea el vientre).
Elaboración: una de las personas apoya la cabeza sobre el vientre de la otra. Es especialmente recomendable después de hacer el amor y, preferentemente es el chico quien apoya la cabeza sobre el vientre de la chica, aunque también se puede invertir la situación y que sea la chica quien apoye la cabeza sobre el vientre del chico; también puede darse el caso de que sean dos chicos o dos chicas, o más gente, así que os organizáis como podáis.
La persona a quien pertenece el vientre puede y, le recomiendo encarecidamente, acariciar la cabeza, la frente, el rostro y el pelo que tiene encima. Quien apoya la cabeza puede, y le recomiendo encarecidamente, besar el vientre, el ombligo y las caderas de el/la propietari@ del vientre.
Besillos de mariposa
Necesitaréis: 2 pares de pestañas propias y 2 cuerpo ajeno.
Elaboración: consiste en parpadear sobre la parte del cuerpo que deseéis besar. Es recomendable invitar a la otra persona a parpadear cosquilleando con nuestras pestañas.
Lady I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.